VÍAS FERRATAS
El ser humano siempre ha querido volar, sentir la libertad máxima. Igual que el águila mira desafiante a los rebecos sobre las cumbres, los escaladores son felices imitando a las lagartijas en la roca, mientras miran sonrientes a los seres que son felices con los pies en el suelo.
Estas escaladas equipadas con peldaños y grapas, que surgieron durante la primera guerra mundial con el objetivo de que los francotiradores accedieran a las agujas dolomíticas, nos acercan hoy en día a esas sensaciones del mundo vertical, donde nos sentimos como pájaros suspendidos en el aire. Siempre con total seguridad.
Los Duendes K1
Santa Elena K1
Sorrosal K3
Foradada del Toscar K4
Croqueta de Obarra K4
Canal del Palomo K4
Los Duendes K1
Broto, desde 6 años
En el espectacular entorno de la cascada de Sorrosal, se ha creada esta vía ferrata indicada para los más peques de la familia, ideal como primer contacto con el mundo vertical.
Santa Elena K1
Biescas, desde 6 años
A las puertas del valle de Tena, encontramos esta escalada equipada sobre pequeños muros verticales para toda la familia.
Sorrosal K3
Broto, desde 10 años
Una de las Ferratas más hermosas de la península, recorre la imponente cascada y el posterior barranco Sorrosal, desde donde apreciaremos la fuerza del agua.
Foradada del Toscar K4
Foradada del Toscar, desde 12 años
Una ferrata soleada, ideal para el invierno, con grandes paredes donde sentirnos como las grandes aves que habitan el Pirineo.
Croqueta de Obarra K4
Ballabriga, desde 16 años
Técnica ascensión sobre estas bonitas agujas del congosto de Obarra, que nos hará sentir como auténticos escaladores.
Canal del Palomo K4