Caminos a la Cumbre

Oreja de Oso en flor en el Valle de Bujaruelo

Tres actividades primaverales en Sobrarbe Pirineo aragonés

Poco a poco la naturaleza despierta tras el sueño invernal, días de nieve en las cumbres, verde intenso en los prados, mil flores en los bosques y un fuerte rugir en los ríos del Pirineo.

Para disfrutar al máximo de esta estación en el corazón del Pirineo aragonés, el Sobrarbe ofrecemos tres actividades variadas y para todos los públicos:

Vía Ferrata Sorrosal, Broto

Vía ferrata de Sorrosal, Broto
Sin duda alguna, una de las ferratas (escalada equipada con escaleras, grapas y línea de vida para hacerla más accesible) más bonitas del Pirineo, que poco a poco asciende la espectacular cascada de Sorrosal, una actividad de media jornada que se complementa de forma ideal con una visita al cercano valle de Ordesa. Una actividad para cualquier persona con una pequeña costumbre de realizar actividad física. Durante el verano la cascada de Sorrosal pierde mucho caudal, además de que esta actividad puede sufrir aglomeraciones dependiendo del horario que escojamos para escalarla, por eso es ideal durante los meses de mayo y junio, donde sentimos el rugir del barranco y se esta tranquilo en la montaña.

Sendero equipado de Escaleretas, Lecina

Barranco seco de Basender y camino de Las Escaleretas, Lecina 
Un plan espectacular para toda la familia en el Parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara, a través de rapeles recorremos los hermosos pasillos del barranco Basender para descender hasta el río Vero, lugar ideal para recobrar energías y ascender por el camino de Las Escaleretas de vuelta a Lecina, este antiguo sendero de pastores nos permite descubrir varias pinturas rupestres y las mejores panorámicas del cañón del río Vero, en las zonas más expuestas cuanta con equipación de vía ferrata.

Primer rapel/salto barranco Sorrosal, Broto
Barranco Sorrosal, Broto
Este divertido descenso, dirigido a personas con experiencia previa en cañones, nos va introduciendo a través de saltos y toboganes en una espectacular garganta dibujada por las marcadas líneas de las rocas turbiditas. Finalmente la actividad culmina con los rapeles que nos permiten descender los 100m de altura que tiene la cascada de Sorrosal. Durante el verano este descenso pierde mucho caudal, sobre todo en su última parte, por eso es ideal durante los meses de mayo y junio.

Salud y mucho monte!

 

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