A lo largo del verano los grandes barrancos del Pirineo aragonés van perdiendo caudal, las aguas de estos descensos se vuelven claras, sus gorgas dejan de rugir, sus rapeles tornan accesibles y el mes de septiembre es el más indicado para descender estos grandes barrancos con comodidad y seguridad.
Tres grandes del Pirineo, para personas con experiencia previa, repartidos por los diferentes valles:
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- Caldarés (Valle de Tena)
Mucha agua durante todo el año, cascadas con nombre propio, espectaculares vistas a las altas montañas del Balneario de Panticosa y la comodidad que aporta tener el GR11 en la margen derecha del barranco, propiciando escapes y una cómoda aproximación. Un descenso poco salvaje pero tremendamente bravo donde uno tras otro, disfrutaremos de rapeles acuáticos mientras nos sobre coge el estruendo del río Caldarés.
- Caldarés (Valle de Tena)
- Garganta de Ordiso o del Ara (Valle de Bujaruelo)
La fama que precede a este descenso es plenamente justificada, el río Ara en su parte alta ha excavado una profunda garganta bajo el valle glaciar de Ordiso. En este rincón, frío y oscuro, surgen pasos muy acuáticos, alguno de ellos en forma de saltos obligados como el del Dado, o los pasamanos de Ordiso. Un descenso de envergadura dónde sentir la fuerza del agua y disfrutar de uno de los descensos más salvajes del Pirineo.
- Barranco de Lalarri Superior (Pineta)
El único barranco del Pirineo oscense que comienza con vistas a un glaciar, el de la cara norte del Monte Perdido 3355m de altitud. Espectaculares panorámicas al Circo de Pineta, ambiente totalmente alpino con una larga aproximación y retorno, pero con la recompensa de descender el barranco por excelencia del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Durante el mes de septiembre su «bajo» caudal propicia a que no tenga más dificultad técnica que la de descender grandes rapeles en un entorno de muy difícil escape, pero si que para descender este barranco con comodidad y seguridad es necesaria tener una buena forma física.
- Eriste IV (Valle de Benasque)
El macizo del Posets (3380m) es la segunda cima de los Pirineos, este gigante de granito sorprende por su envergadura. Su glaciar deLlardana, todavía vivo, desciende hacia el este formando ibones, cascadas y finalmente el río Eriste que forma una de las grandes gargantas el Pirineo. Fraccionada en 4 tramos que van desde los 2000m de altitud donde se puede comenzar con el primer I hasta los 1000m de altitud del pueblo de Eriste donde finaliza el tramo IV, un barranco bárbaro como la montaña que lo riega.
Un clasico del Pirineo aragonés, el primer tramo es discontinuo y salvaje, seguido por el hermoso tramo II más encajonado y deportivo, el tercer tramo desmerece aunque sus rapeles acuáticos ayudan a calentar para el tramo IV, un descenso mítico con aproximación y retorno cortos, gran caudal y sus espectaculares saltos, toboganes y grandes rapeles. Un descenso donde el rugir de las aguas nos sobrecogerá.
Salud y mucho monte