Durante la estación de las flores el sol poco a poco empieza a fundir la nieve de las cumbres del Pirineo, los ríos rugen y la naturaleza se llena de vida tras el sueño invernal. Es el momento de descender aquellos barrancos que acusan el estiaje durante el verano, a continuación os ofrecemos cinco opciones de diferentes niveles ubicadas entre la Sierra de Guara y Sobrarbe.
Barranco de A Glera d´Otal o Forcos: Este descenso se caracteriza por la capacidad que tiene de trasladarnos a una selva amazónica, gracias a su espectacular entrada con multitud de cascadas cayendo en el cauce y sus tonos verdosos llenos de vida. Esta ubicado en el Sobrepuerto un precioso macizo con montañas de 2000m de altitud entre el valle de Tena y el del Ara lleno de pueblos abandonados que nos cuentan historias de un pasado cercano, donde estas montañas estaban llenos de vida.
No tiene exigencias técnicas, así que cualquier persona (tanto adultxs como niñxs) con costumbre de caminar por la naturaleza (ya que nos llevará más de media jornada) y ganas de realizar uno de los barrancos más bonitos de la provincia de Huesca pueden aventurarse en este barranco.
Barranco Mascún superior: Sin duda alguna este barranco tiene una merecida fama de hermoso, desde que iniciamos su sendero de aproximación en Rodellar, pueblo situado en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, hasta que volvemos al mismo punto al acabar la actividad no hay un instante en el que no estemos contemplando una imagen espectacular, ya sea por las grandiosas agujas que forman el cañón o por las formas que dibuja en la roca caliza la erosión en los Oscuros. Una descenso imprescindible para todo amante del barranquismo, que deberemos realizar a principios de la primavera, ya que el Mascún se seca en verano. Es necesario tener una buena forma física, ya que estamos hablando de una actividad de entre 8 a 10h aunque no es necesaria gran experiencia previa ya que no tiene tramos excesivamente técnicos.
Barranco Sorrosal: Uno de los grandes del Pirineo, en Broto al lado del gran valle de Ordesa. Un descenso muy cómodo usando dos vehículos, divertido, muy hermoso por las líneas que dibujan sus rocas turbiditas durante todo el recorrido y muy completo gracias a su multitud de saltos, toboganes, destrepes y una gran vertical final que no deja indiferente ni al barranquista más experimentado. Ideal para esta estación, ya que durante el verano el agua se desvía justo antes de la cascada final a unas huertas dejando los rapeles finales prácticamente secos. Es necesario tener experiencia rapelando para afrontar este barranco pero no requiera de una gran exigencia física.
Cañón del rio Vero: Es uno de los barrancos más famosos de Guara, debido a los juegos de luces que se producen en sus oscuros, la diversión y emoción que aportan sus caos de bloques y la belleza que observamos en los tramos de caminar observando toda la naturaleza de este gran cañón y como colofón a este jornada de barranquismo visitaremos uno de los pueblos más bonitos de España, Alquézar. La posibilidad de realizar tanto el descenso completo (actividad con pocas dificultades técnicas pero de exigencia física) como media (indicado para público familiar) consigue que sea un barranco para todxs los públicos.
Garganta de las Gloces: Los juegos de luces que suceden al mediodía en este barranco son un auténtico espectáculo de la naturaleza, este descenso no tiene un gran requerimiento ni físico ni técnico, lo que lo hace ideal para todxs los públicos. Considerado uno de los barrancos de nivel media más bonitos del Pirineo aragonés.
Salud y mucho monte